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Hajnasat Sefer Tashema en Melilla

En Melilla, una pequeña ciudad española situada en el norte de Marruecos que cuenta con una pequeña pero radiante comunidad judía, comenzamos a cumplir la promesa que hicimos al comenzar el proyecto Tashema: realizar una Hajnasá para cada tratado de Tashema que publicáramos.


El domingo 7 de abril de 2024, los miembros más destacados de la comunidad, familiares y el Rabino de la ciudad, R. Aharon Perets, asistieron para celebrar la salida al mundo del Masejet Macot en español de Tashema. Hace una década, D. Isaac Belilty z"l, quien fuera presidente de la comunidad, donó el primer tomo de Macot.


La emoción y la alegría inundaron los hogares de esta hermosa Kehila. Y ese mismo día se pusieron manos a la obra: se formó un grupo de 24 personas que se comprometieron a estudiar el Masejet, se formó a los Avrejim del Kollel para enseñar a estudiar con el Tashema, y surgieron las 5 primeras Jabrutot en el precioso Bet Midrash del Kollel de Melilla.


¿Es correcto celebrar una Hajnasá para un libro de Talmud?


La Hajnasat Sefer Torá es la ceremonia en la que se presenta un Sefer Torá nuevo que es donado a una sinagoga. ¿Cómo podría hacerse una Hajnasá para un libro del Talmud?


Hacia finales del siglo 18, un gran Talmid Jajam tuvo que mudarse de ciudad por problemas de parnasá (económicos). Antes de irse, entregó unos manuscritos con sus comentarios sobre el Talmud al Rabino de la ciudad. Le pidió que los leyera y le dijera si eran de su agrado o no.


Meses después, el Rabino convocó a todos los Yehudim de la comarca a una Hajnasat Sefer Torá. Los ricos de la zona se preguntaron los unos a los otros quién había donado el Sefer. Pero nadie había donado ningún Sefer Torá. La intriga hizo que muchísimos Yehudim se congregaran para la gran ceremonia.


Para sorpresa de todos, el Rab entró y cargó entre sus manos hasta la Jupá de la Hajnasá, al son de la música y los bailes, no un rollo de Torá sino unos manuscritos. Paró la música y dijo: “Se preguntarán qué es lo que llevo entre las manos. Pues bien: hace 3300 años, cuando fuimos reunidos en Har Sinaí, D. Bendito nos dio la Torá escrita y la Torá oral. Por eso, igual que se hace una Hajnasá para un Sefer Torá escrito, también se debe hacer para un Sefer de Torá oral”.


En las manos del Rab no había un libro más: esos manuscritos eran el Ketsot HaJoshen, la celebrada obra de uno de los más ilustres Ajaronim.




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