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¿Por qué pagar si puedo verlo desde mi balcón?


La gran final está por comenzar y tú te encuentras en el balcón de tu departamento desde donde puedes ver el estadio en toda su amplitud.


¿Sería "robo" disfrutar el partido gratis desde allí cuando miles de personas tuvieron que pagar un costoso boleto para verlo?


La llave está en el Talmud…


En la hoja 26 del Tratado de Pesajim del Talmud dice que si bien no se puede obtener beneficio de los objetos sagrados del Bet Hamikdash, no hay ninguna prohibición en disfrutar su paisaje, de la música proveniente de su interior o de la fragancia del incienso que se quemaba en él. Según esto, no parecería haber problema con instalarse en el balcón de un edificio para ver desde allí la gran final.


Pero no siempre todo pasa por lo prohibido o lo permitido. En todo caso, el punto sería descubrir si un comportamiento como tal podría considerarse éticamente correcto.


El Talmud cuenta una historia que nos podría servir de guía: una vez, en la víspera de Shabat, el sabio Hilel quiso entrar a la casa de estudio de Shemaiá y Avtalión, pero Hilel no tenía dinero para pagar y el cuidador lo detuvo. ¿Qué hizo? Fue y se trepó a la azotea de la Casa de Estudio, y a través de un tragaluz escuchó la disertación. A la mañana notaron que algo obstruía la luz y subieron a verificar qué era, y encontraron a Hilel cubierto de nieve. Lo desenterraron y, mientras lo sentaban frente al fuego para que entrara en calor, dijeron: "¡Este hombre merece que el Shabat se profane por él!" (cabe aclarar que, si bien no es tan claro que se pueda transgredir Shabat para salvar a alguien que escoge colocarse en una situación de peligro, en el caso de Hilel era diferente, pues su abstracción en el estudio era tan grande… ¡que ni siquiera sintió que la nieve se estaba acumulando sobre él!)


Vemos que Hilel, quien era célebre por su gran rectitud y piedad, buscó un lugar fuera de la Casa de Estudios desde donde pudiera oír la disertación sin pagar.


¿Qué dices? ¿La misma regla valdría para quien quiere ver la gran final desde el balcón de su pent-house?


¿Y anunciar que todo el que quiera puede ver el partido desde mi balcón y cobrarle? ¿Sería lícito?


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Aviso: Este correo está exclusivamente destinado al estudio del Talmud. Nada de lo que aquí se diga podrá ponerse en práctica sin consultar a una autoridad rabínica.

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