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Viviendas ofrecidas en alquiler en la aldea de Sojotshov


Página 71:a - "estaríamos de acuerdo respecto de la idolatría y del toro que va a ser apedreado".


En la aldea polaca de Sojotshov existía una vieja iglesia que estaba casi en ruinas. La colectividad cristiana vendió el inmueble a un contratista, quien demolió la Iglesia y construyó un edificio de departamentos, para lo cual aprovechó los escombros de la Iglesia demolida. Al finalizar la construcción estos departamentos fueron ofrecidos en alquiler. Pero los judíos del lugar no se apresuraron a alquilarlos, ya que se supo que en la construcción de la iglesia habían participado dos conversos al cristianismo (rajamaná litzlan). Y, como está aclarado en nuestra suguiá, está prohibido gozar de cualquier objeto de idolatría (asurim behanáa). Y aunque la halajá establece (Shuljan Aruj, Yoré Deá, 139) que cuando un sitio (como el edificio de la iglesia) o un objeto fue utilizado para idolatría son destruidos, quedan mutar behanaá, ello es solamente si el sitio o el objeto fueron construidos por un goy. Pero si fueron hechos por judíos, ¡quedan prohibido para la eternidad!


La situación de los judíos era compleja y difícil. Fuera de las dificultades que había para encontrar vivienda, el cura de la aldea los había amenazado, advirtiéndoles que si no iban a alquilar estos departamentos, él prohibiría que los miembros de su comunidad comerciaran con judíos. Viéndose acorralados por todos lados, los judíos se dirigieron a su Rab, el famoso Admor Misojatshov y autor de la obra Avné Nezer, para que les dijera qué hacer.


Edificio construido con escombros de una iglesia demolida: El Avné Nezer zts”l (Shut Joshen Mishpat, 99) se extiende en su respuesta, y finalmente decide que los judíos de su comunidad pueden alquilar apartamentos en este edificio, incluso que estos dos conversos hayan participado en la construcción de la iglesia. El Avné Nezer basa su decisión en la postura de Rashi (Guitin, 47:b, dibur hamatjil ‘tevel vejulin’), quien opina que cuando una propiedad pertenece a varios socios, podemos decir que todos y cada uno de ellos tiene parte en cada partícula que compone esta propiedad, y no decimos que cada uno posee una parte definida o identificable en ella. Por lo tanto, puesto que los dos conversos eran una minoría entre los cristianos que construyeron la Iglesia, su parte en la iglesia queda anulada por la mayoría –batel berrov– y, consecuentemente, sus escombros no quedan prohibidos (en cambio, según quienes discuten la postura de Rashi y opinan que cada asociado tiene una parte definida en la propiedad, sólo que no sabemos indicar qué parte pertenece a quien, no será posible decir que la parte correspondiente a los conversos queda anulada, siendo que es una parte entera y vale por sí misma. Ver allí, donde se explica cuáles son los casos en los que la idolatría es batel berov y cuáles no lo son).

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