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El modo en que el Jafets Jayim estudió la suguiá de arugá


Página 58:b - "cuál es la forma en la que paga lo que ha dañado" .


El gaón Rabí Ben Tsión Aba Shaul zts”l cita en su libro (Or Letsiyón, primera parte, 4) las palabras del Jafets Jayim, diciendo que a partir de nuestra suguiá podemos ver como nuestra limitada inteligencia humana jamás puede ser comparada con la infinita inteligencia de la Torá.


Si, basándonos en nuestra lógica quisiéramos estimar cuánto debe pagar alguien que rompe la ventana de su vecino, probablemente diríamos que, obviamente, debe pagar el costo de la ventana. Pero como veremos en nuestra suguiá, ¡esa persona está completamente exenta de pagar.


¡Alguien que daña una ventana está exento de todo pago!: Según Rabí Shimón, y así fue decretado en el Shuljan Aruj (Joshen Mishpat, 394:4), quien daña una arugá plantada ("cantera" o "arriate") en el jardín de su compañero, debe pagarle el precio de las frutas que estaban en esa arugá. En cambio, quien daña una arugá en donde los frutos todavía no estaban lo suficientemente maduros para comer, la guemará aprende del versículo "y comerá en el campo del otro"(Shemot, 22:4), que la forma de proceder es la siguiente: se evalúa el precio de todo el terreno, incluyendo la arugá (dañado), y se evalúa ahora con uno de los arietes dañado, lo que se paga es, únicamente, la diferencia. Esta forma de evaluación es más positiva para quien daña, ya que es seguro que evaluando el precio de una arieta en conjunto con todo el terreno, su valor siempre será menor que evaluándola por su propio valor.


Según la opinión del Jafets Jayim, a partir de nuestra suguiá podemos probar que todo daño que vamos a evaluar, hemos de evaluarlo en su conjunto y en el contexto del terreno que lo rodea. Por lo tanto, si vamos a examinar el precio del apartamento cuya ventana fue rota antes y después, veremos que el precio del apartamento no ha bajado como resultado de la ventana rota y por lo tanto quién rompió la ventana no ha de pagar nada.


Hay que diferenciar entre un utensilio que puede ser reparado, y algo que fue dañado por completo y de difícil reparación: Lo dicho anteriormente es la opinión del Jafets Jayim, en cambio el Jazon Ish discrepa y opina, que no se puede comparar en absoluto la evaluación de una arieta a la evaluación de otros objetos. En nuestro caso de la arieta, sabemos que la Torá nos dice que hemos de evaluarla en proporción al terreno donde creció. Pero esto cambiará absolutamente cuando se trate de uno que daña la ventana de su compañero, ya que en este caso la ventana puede ser reparada, y por lo tanto ha de pagar al propietario de la ventana todo lo que va a costar la reparación (os recomiendo, a quien le interese el tema, que mire y profundice en el libroOr Letsiyon, el asunto no es tan sencillo como parece).

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