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El uso del shaón (reloj) Shabat


Página 22:a - “Ishó mishum jetsió”.


Según la opinión de Rabí Yojanán en nuestra suguiá, la Torá atribuye la responsabilidad de los daños producidos por el fuego a quien lo encendió, debido a que lo considera como “sus flechas”.


Es decir, vemos al fuego como si fuera una flecha. ¿Cómo? Tal como cuando una flecha hiere a alguien se relaciona con quien la disparó, lo mismo vale para el fuego: a pesar de que fue encendido en un lugar y quemó en otro, vinculamos el daño con la persona que lo encendió.


Esta opinión de Rabí Yojanán incomoda al Nimuké Yossef: si es asi, ¿cómo es posible que en los hogares judíos se enciendan velas antes de la entrada de shabat? ¿Cómo se permite encender el horno el viernes por la tarde para que se mantenga así durante todo el shabat? Ya que, según Rabí Yojanán, de la guemará vemos que cuando alguien enciende un fuego encendido se que considera durante todo ese tiempo él es quien provoca que el mismo actúe, puesto que es como una extensión de la fuerza del hombre. Y, aplicando el mismo principio, quien enciende un el viernes por la tarde, ¡estaría transgrediendo la prohibición de encender fuego en shabat!


Como resultado de esta dificultad, el Nimuké Yossef llega a la conclusión de que la intención de Rabí Yojanán no es que el acto de encender fuego se “prolonga” todo el tiempo que éste está encendido y a cada instante, sino que nosotros relacionamos todos sus efectos (daños) con el momento específico que la persona lo encendió. En otras palabras, la comparación entre el fuego y la flecha es así: tal como cuando alguien dispara una flecha, ésta dejar de estar en su poder y no tiene ningún control sobre la misma, por lo que aquello que la flecha acaba provocando ya existía (en forma potencial) al momento del disparo, igual con el fuego, en cuyo caso vinculamos sus efectos con el momento en que éste fue encendido. Es decir, que todo lo que el fuego acabó causando estaba ya presente en el momento de ser encendido, en estado potencial.


Este razonamiento del Nimuké Yossef sirvió de base para la decisión de los poskim en lo que respecta al uso del shaón shabat, ese reloj que detona el encendido y la desconexión automática de los artefactos en shabat. Cuando esto fue inventado se suscitó la duda si su uso estaría permitido en shabat. Pues hay que diferenciar entre encender una vela antes de shabat, y este reloj que enciende luz eléctrica, el cual, en realidad, “realiza” la melajá (labor) durante el mismo día de shabat.


El Maharam Shik (Teshuvot Maharam Shik, Ohr HaJaim, 157) se dirigió al Shoel Umeshiv (Shut, última edición, 65), quien emitió su decisión siguiendo el razonamiento del Nimuké Yossef: puesto que las consecuencias que siguen al acto de una persona se relacionan con el instante en el que empezó a hacerlo, no habría ninguna objeción con el uso del shaón shabat. Ya que su “acción” durante el shabat se relaciona con el momento que lo pusieron en marcha, es decir, antes de la entrada del shabat. Y, por lo tanto, está permitido utilizarlo (ver Shut Iguerot Moshé, Ohr HaJaiim, cuarta parte-60,que distingue entre iluminación y otras clases de melajot).


No obstante, una persona no puede ampararse en este razonamiento para encender una máquina durante el shabat, argumentando que él sólo puso en marcha la máquina, y ésta es la que en verdad realiza el trabajo. ¿Por qué? Porque la acción o los resultados están presentes en el momento que el aparato es detonado. Y, por lo tanto, están directamente relacionados con la persona, siendo él por lo tanto el responsable de este acto (Jazon Ish, Babá Kamá, 14).


¿Por qué ayunamos el 9 de Av? Es común la pregunta de por qué jajamím decretaron enlutarse por la destrucción del Templo en la jornada del 9 de Av, siendo que el soldado romano que echó la antorcha lo hizo cuando el día estaba acabando. Y, en consecuencia, en realidad el Templo se quemó el 10 de Av. A la luz de lo dicho, el hijo del Nodaá Bihudá (Ahavat Tsiyón) contesta la pregunta: puesto que la antorcha fue arrojada el día 9, nosotros consideramos ese instante como el minuto fundamental, porque en ese momento todo lo que acabará ocurriendo más tarde (el incendio del Bet Hamikdash) está en potencia. Y, por lo tanto, ayunamo sel día 9 y no el 10.

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