Colgar ropa en la barandilla del tejado
Página 70:a - “sólo estoy haciendo una pequeña barandilla”.
Nuestra suguiá nos relata que Rab Najman, que era un gran talmid jajám y el presidente del tribunal, prefirió construir personalmente la barandilla de su azotea, para cumplir la mitsvá de, “y construirás una barandilla para tu azotea” (Devarim, 22:8).
No hay que apoyarse en un milagro (que puede que no venga): El Sefer Jinuj (mitsvá 546), que se ocupa de explicar las razones de las mitsvot, dice que aunque “un hombre no puede mover ni siquiera un dedo aquí abajo (en el mundo terrenal) sin que antes lo anuncien en el cielo, igual deberá cuidarse de los eventos que ocurren en el mundo. Pues Él decidió crearlo y construirlo sobre bases naturales, y decretó que el fuego queme, que el agua extinga la llama, etc. Y esta naturaleza ‘determina’ que alguien que cae de un techo alto debe morir… Y, por lo tanto, la Torá nos ordena tomar precauciones, sobre nosotros y en nuestros sitios, para que no nos sobrevenga la muerte por imprudencia y para que no corramos riesgos por fiarnos de un milagro”.
La barandilla: un utensilio de mitsvá: En este artículo no vamos a tratar de las leyes específicas de esta mitsvá ni acerca de cómo construirla. Sin embargo, es interesante saber cómo el autor del Leket (Januca) opinaba al respecto. El Leket escribe que la barandilla que la Torá nos ordena construir en la azotea es un objeto de mitsvá, por lo que debemos evitar pisotearla, tal como nos cuidamos con el tsitsit, lulav y sucá por ser utensilios de kedushá. De aquí vemos que la construcción de esta barandilla no es algo que simplemente se hace para evitar un tropiezo, sino algo más activo. Pues el acto de la mitsvá, la construcción de la barandilla, en todo momento sirve para el propósito que fue construido. Y, por lo tanto, es un utensilio de mitsvá (tashmish mitsvá) que debemos respetar y no tratar con desprecio.
El Gaón Rebi Jayim Kanievsky shelit”a (citado en Kuntres Hamitsvot, hiljot shejenim, teshuvá 36) fue consultado al respecto y respondió que colgar ropa sobre la barandilla para secarla, por ejemplo, no constituye un acto de desprecio hacia un utensilio de mitsvá,ya que el uso doméstico de objetos que sirven para mitsvot no es algo prohibido.Y para probarlo cita la guemará (sucá 10:b) que nos relata que Menimin, el esclavo de Rab Ashé, colgó su camisa mojada sobre la sucá, y Rab Ashé le regañó porque temía que la gente piense que es permitido usar objetos que reciben impureza (mekabel imtumá) para construir el techo de la sucá. Vemos que Rab Ashé no le regañó por el hecho en sí de usar la sucá para un beneficio personal. Y la razón es, como dijimos,que el uso común y corriente de los objetos de mitsvá no está prohibido.