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Camarero judío en un restaurante goy


Página 69:b - “y el tirshata les dijo que no han de comer”.


Nuestra guemará cita las palabras de Nejemia ben jacalia, quien fue llamado hatirshata. Su tarea consistía en atender al rey Nevujadnetsar y, sobretodo, ocuparse de llenar su copa de vino.


Rashi explica que, según lo dicho en el Talmud Yerushalmi, uno de los requisitos de su tarea era probar el vino antes de ofrecérselo al rey, medida de seguridad con la que se procuraba evitar que alguien intentara envenenarlo.


Nejemia recibió de los jajamím el permiso (heter) de beber vino de goyim (que estaba prohibido por un decreto de jajamím) y por esa razón fue nombrado hatirshata: heter-shata, es decir, “permiso a beber”.


Origen de la prohibición de beber vino de goyim: Nevujadnetsar no practicaba idolatría, por lo que su vino no estaba considerado iain nesej, el cual está prohibido por un decreto de la Torá (Avodá Zará, 29:b). No obstante, jajamím necesitaron extenderle una autorización de beber ese vino, debido a que cuando Nejemia se exilió en casa del rey, decidió prohibirse este vino, incluso que nunca se había usado para idolatría (Daniel, 1:8). Este decreto se extendió a todo el pueblo de Israel, a través de los alumnos de Bet Shamai y Bet Hilel (Shabat, 17:b), quienes decretaron no beber vino de goyim, ya fuera en la casa del goy o en la propia casa del judío (ver Bet Yossef, YO”D, 123-1 y la enciclopedia talmúdica).


Un judío que trabajaba de camarero le preguntó al Ridbaz (Shut, cuarto volumen-22) si es que le está permitido trabajar como camarero en un restaurante no judío y servir allí vino. El Ridbaz respondió que aunque vemos que Nejemia le servía vino al rey, no podemos concluir nada de su caso, pues si no obedecía al rey su vida corría peligro. No obstante, no es recomendable para un ben Israel trabajar como camarero, pues se verá obligado a estar presente en celebraciones y festines de goyim, y se le pegarán sus costumbres. El autor de la obra Kol Eliyahu (Shut, segundo volumen-27) añade otra razón por la que no es recomendable trabajar como camarero: quizá también deba calentar y/o preparar la comida, y podría equivocarse y acabar “probándola”, con lo que transgrediría una prohibición de la Torá

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