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“¡Si lo deseas, entonces divorcia a mi mujer!”


Página 45:b -"la persona no es capaz del descaro de utilizar a su padre como enviado".


Había un judío que residía en Pittsburgh, Estados Unidos, quien cierto día dejó su casa, abandonando a su familia y sin intenciones de volver.


En una carta que le dejó a su padre decía: “¡Papá! He partido a un largo viaje y nunca más volveré a ver a mi mujer. Por lo tanto, si lo deseas divórciala”. La única forma de liberar a esta pobre mujer (aguinut) es considerar que, en esta carta, el hombre deja de manifiesto su voluntad de nombrar a su padre como shalíaj.


Sin embargo, según cualquiera de los criterios de la halajá esto parece imposible. Si examinamos bien las palabras de la carta, notaremos que en realidad el hijo no designa explícitamente a su padre como shalíaj (siendo que escribió, “si lo deseas”). Por lo tanto, corresponde dudar acerca de cuál fue su intención: ¿acaso quiso designar a su padre como shalíaj, o simplemente dejar la decisión en sus manos? Si la opción correcta es la segunda, el padre no podrá actuar como shalíaj de su hijo (Guitin 66:a, Tosafot).


En lo que toca a la halajá, los ajaronim (Bet shemuel, 141:70, seif katán18, y el Haflaá) dudaron acerca de cuál debe ser el dictamen. Por lo tanto, siendo que no contamos con una sentencia clara para el caso, a priori el padre no tendrá permitido escribir un guet. Pues para que éste sea válido, tenemos que estar seguros de que ésta fue la voluntad de su hijo. Pero ya que es incierto, el padre no podrá hacer nada.


Esto se refuerza con lo que indica nuestra suguiá, de que “normalmente el hombre no tiene el descaro de nombrar a su padre como emisario suyo”. Es decir, puesto que por lo general un hijo siente algún respeto por su padre, no será común encontrar un caso que lo designe como su shalíaj. Esta lógica espalda nuestra suposición de que el hijo no pretendió nombrar a su padre como shalíaj, sino únicamente darle la libertad de hacer lo que considere correcto. Y, en consecuencia, no habría ninguna posibilidad de liberar a esta pobre mujer.


Pautas de educación que un hijo debe seguir en su relación con su padre: A pesar de lo dicho anteriormente, el Maharshám concluye que debemos suponer precisamente lo opuesto, es decir, que de esta carta podemos asumir que el hijo sí nombró a su padre como shalíaj. El Maharshám basa su decisión en el Maharit (segunda sección E”H, 23), quien dice que, efectivamente, los criterios que definen el modo en que un hijo se debe comportar con su padre indican que no es un algo común que vaya a designarlo como shalíaj. Sin embargo, si el hijo se lo solicita en forma delicada, diciéndole (por ejemplo) “si lo deseas, puedes cumplir esta encomienda para mí”, ello no constituye ninguna falta de respeto. Por lo tanto,sigue el Maharshám, en nuestro caso (donde ha ocurrido precisamente esto)podemos deducir que seguramente la intención del hijo fue nombrar a su padre como shalíaj, lo que explica por qué se expresó en forma delicada.


Por lo tanto el padre, en su calidad de emisario, tendrá permiso de escribir un guet y dárselo a la mujer de su hijo, dejándola en condiciones de casarse nuevamente.

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