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Una persona que se puso tefilín pesulot (defectuosos)


Página 40:a – “El hombre pensó en cumplir una mitsvá, y a pesar de su voluntad no pudo realizarla”.

De vez en cuando oímos de una persona que durante años que se ponía los tefilín, y que al ser revisados (mugá) por un profesional se entera de que éstos nunca fueron válidos (kesherot).


¿Cómo podemos definir a ésta persona? ¿Cómo alguien que nunca se puso tefilín? ¿O siendo que esto le ocurrió involuntariamente su din (status legal) será diferente?Lo correcto es dividir esta pregunta en dos partes:

A. ¿diremos que su acción de ponerse los tefilín defectuosos se considera un acto de mitsvá, considerando que tropezó inocentemente y pensaba que sí cumplía con la mitsvá?

B. ¿o quizá es precisamente sobre este caso que nuestra suguiá dice majashavá tová Hakadosh BarujHu metsarfá lemasé (“D-os considera que un pensamiento positivo es como un acto consumado”). Y, puesto que su intención fue ponérselos, ésta cuenta cómo que efectivamente ha cumplido la mitsvá. Los tefilín de Rabí Jíya: El Ben Ish Jay (Rav Pealim, cuarta sección O”J, 2) escribe que considerando que ésta persona se puso los tefilín inocentemente, su acción vale como que se hubiera puesto tefilín adecuados.


El Ben Ish Jay se basa en las palabras de una autoridad citada por el Jidá (Maarejet 4, letra 4). Éste jajam escribe sobre el caso de Rabí Jíya, quien se ponía tefilín cosidos con lino. Y dice que si bien la halajá establece que tales tefilín son pesulot, ¡no por ello podemos decir que Rabí Jíya no se los haya puesto toda su vida! Ya que no sólo que su intención era completamente pura, sino que además opinaba que éstos tefilín cosidos con lino eran kesherot (válidos). Y de aquí demuestra el Ben Ish Jay que cuando una persona cumple una mitsvá con las mejor intención, aunque eventualmente descubra que a pesar de su voluntad no cumplió la mitsvá, igual consideramos que la ha cumplido.


Diferencia entre una decisión (halájica) errónea y un error técnico: No obstante Rabí Tseví Pesaj Frank (Shut Har Tsevi, O”J, 1:35) advierte una diferencia muy clara entre el caso de Rabí Jíya y el de esta persona que toda su vida se colocó tefilín pesulot. Pues Rabí Jíya era de los legisladores de su generación. Y aunque sus decisión no fue aceptada para las generaciones futuras, en su momento era absolutamente válida. Pues ésta es la forma apropiada y legítima en la que se debe abordar el estudio de Torá. Como está dicho: “confiarás en el juez que vive en tus tiempos”.Por lo tanto, es seguro que Rabí Jíya evidentemente cumplió la mitsvá de tefilín; ya que, en su tiempo, los tefilín que empleaba eran considerados perfectamente válidos (kesherot).


En cambio, una persona que se pone tefilín inadecuados, aunque lo haya hecho por inadvertencia y contra de su voluntad, no puede ser considerada como alguien que se pone tefilín válidos.Por lo tanto, lo que nos queda considerar es lo que señala nuestra suguiá al decir que “D-os considera un pensamiento positivo como un acto consumado”,y averiguar si ésta regla se aplica a nuestro caso.


Para decidir este problema,primeramente debemos definir exactamente los límites de esta regla según la cual“D-os considera un pensamiento positivo como un acto consumado”. Pues en nuestra suguiá está explicado que cuando alguien no pudo cumplir una mitsvá, a pesar de su voluntad de hacerla, la Torá lo considera como que la hubiera hecho.Y hay que determinar cuáles son las formas que son consideradas ones (fuerza mayor que impide cumplir con cierto deber).Para definir esta regla, el Shevut Yaakov (Shut, segunda parte 10) escribe, tras largas deliberaciones, que únicamente quien hace todo por cumplir una mitsvá y finalmente es detenido por un ones, será aquél cuyas intenciones serán consideradas como que igual ha hecho la mitsvá.


En cambio, alguien que podía haber incrementado su esfuerzo y probablemente evitar su fracaso, no caerá dentro de esta regla. Y, por lo tanto, esta regla no se aplicará a su caso. Consecuentemente, escribe el Har Tsevi,en nuestro caso, esta persona podía haber entregado sus tefilín a otro experto y descubrir antes que no son kesherot. Y, por lo tanto, no estamos seguros si esta persona cumplió la mitsvá de tefilín o no.Ayuno por un mes que la luna permaneció cubierta por las nubes: Para ejemplificar un caso tangible de alguien que por fuerza mayor no cumple una mitsvá, el Shevut Yaakov (Ibíd.) nos cuenta que en el mes de Kislev del año 5075, e laño en que fue designado como Rab de la comunidad de la ciudad de Vormaiza (Alemania), se enteró que uno de los rabinos había decretado una ayuno público,debido a que en ese mes no habían podido cumplir la mitsvá de kidush levaná.


Este caso, dice el Shevut Yaakov, es considerado un caso de fuerza mayor por excelencia.Pues no hay nada que podían hacer para poder ver la luna. Y, por lo tanto, no han de ayunar, considerando la regla de que “D-os considera un pensamiento positivo como un acto consumado”. Y sus esfuerzos por cumplir la mitsvá cae dentro de la categoría de “si un hombre pensó hacer una mitsvá veneenas (y no pudo por fuerza mayor)”...Es preciso señalar que hay muchos poskim que piensan (ver Sefer hearot del RabEliashiv) que alguien que hizo todo lo que estaba dentro de sus posibilidades y que finalmente no puede cumplir esa mitsvá, sobre él precisamente está dicha la regla de que “D-os considera un pensamiento positivo como un acto consumado”. Y esto incluso que habiéndose esforzado más lo habría logrado (en otras palabras:al judío no se le exige exagerar demasiado sus intentos). Según esta opinión, en nuestro caso que el judío entregó sus tefilín a un experto, ha cumplido con su deber.Y, por lo tanto, yatsá yedé jovató (ha cumplido su deber).


“La Torá le considera como si lo hubiera hecho”: Y para terminar, corresponde subrayar que “un buen pensamiento” no se considera como que realmente ha llevado a cabo la mitsvá, sino como si la hubiera hecho.[Quisiera añadir un punto más: recuerdo que en uno de sus libros, el Jidá indica que la práctica de cualquier mitsvá incluye dos aspectos: el primero es que se cumple la voluntad de Hashem; el segundo es lo que sabemos a partir de la parte oculta dela Torá, de que cuando el hombre cumple una mitsvá genera “bien” y “corrige”(metaken) los ámbitos espirituales.


De aquí resulta que ésta persona que intentó hacer todo lo posible por cumplir la mitsvá, en realidad cumple la Voluntad del Todopoderoso. Éste aspecto de la mitsvá la tiene por descontado. Sin embargo, no materializó el segundo aspecto, es decir, lo que esta mitsvá podría haber corregido en los mundos superiores. (YT)]

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