¡S.O.S!
¿Tú hubieses llamado a los bomberos?

David iba por la calle, y de pronto vio una gran cantidad de humo saliendo de un balcón. Cuando intentó observar mejor, se sobresaltó al distinguir una figura que agitaba su mano pidiendo ayuda.
Al instante llamó a los bomberos, quienes llegaron y rápidamente penetraron en el edificio. Sin embargo, a los pocos minutos regresaron tranquilamente y le explicaron a David: "El humo es de alguien que está asando carne. La mano que viste agitándose era la de una persona avivando el fuego.” Los bomberos le dijeron a David y al hombre del balcón (quien observaba desde arriba) que el servicio de acudir por un llamado de incendio tiene un coste. El individuo le gritó a David: "¡Si te hubieras fijado mejor te habrías dado cuenta que no hay ningún incendio!", a lo que David le respondió: "Pero si no llamaba a los bomberos y realmente era un incendio, ¡después hubiera sido demasiado tarde...!"
¡¿Quién debe pagar a los bomberos?!
El Rosh (Shut 5:2) hace la siguiente pregunta: si una persona gastó de su dinero para asistir a un enfermo que corría peligro (el cual no pidió ayuda y de todos modos tampoco tenía la claridad mental para hacerlo) y finalmente murió, ¿la persona puede reclamar ese gasto a los herederos del fallecido? El Rosh respondió que definitivamente tiene derecho a reclamar el dinero, y que los huérfanos no pueden decir que su padre murió y los gastos médicos para salvarlo fueron inútiles, pues cuando una persona cae gravemente enferma y no puede valerse sola, es natural que otros le procuren curación y medicinas, incluso si el enfermo no lo ha solicitado, ya que su vida corre peligro.
Si aplicamos esta regla al caso del fuego, tiene sentido decir que David quede exento del pago a los bomberos y el hombre del balcón sea quien deba hacerlo, como dijo el Rosh: la persona que está en peligro es responsable por los gastos que se necesitaron hacer para salvarlo, incluso que no haya servido de nada.
El siguiente fragmento del Talmud esclarece un poco más el tema. En el Tratado de Baba Kama (117b) está escrito que si alguien está corriendo para detener a una persona que intenta matar a otra, y en su carrera rompe algo, la ley dice que está exento de pagar el daño. Y la razón es que si las personas que están tratando de salvar vidas tuviera que pagar por los daños que pudieran causar en el intento, temeríamos que no quisieran correr este riesgo, pues quizá piensen: “¡Para qué necesito meterme en problemas corriendo a salvar a otros!¡Al final deberé pagar los daños que cause en el camino!”
Lo mismo vale para el caso del balcón. El hombre que llamó a los bomberos tiene que estar exento de pagarles. Pues, si la ley no fuera así, es posible que las personas prefieran abstenerse de llamar a los bomberos, por temor a que, si no se trata de un incendio real, ellas terminarán siendo las responsables de pagar.
De cualquier manera, todo dependerá de lo que determinen los profesionales versados en el tema (por ej., el propio departamento de bomberos): si estiman que la escena parecía la de un posible un incendio, entonces el hombre del balcón deberá pagar a los bomberos. Y, si no, lo deberá hacer la persona que los llamó.
Para pensar:
Si los expertos en el asunto no cuentan con suficiente información para determinar si fue correcto que David haya llamado a los bomberos o no. ¿Qué piensas que se debería hacer en ese caso?
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