¿Por qué el Talmud es tan desordenado?

No es cierto que el Talmud sea desordenado. Si tuviéramos que escoger un término para definir esto que muchos ven como un desorden, lo que en todo caso diríamos sería que el Talmud es desestructurado.
En él no existen índices, tablas, resúmenes ni nada por el estilo. Sin embargo, esa es precisamente una de las razones por la que el Talmud es tan especial y distinto a cualquier otro texto, libro u obra existente.
Es obvio que todo lo que es sistematizado y funcional siempre nos resulta más cómodo. Pero el placer y el confort muchas veces tienen un costo: la mente deja de trabajar. Por poner un ejemplo: hasta hace no mucho era común que la gente supiera sumar y restar mentalmente o usando lápiz y papel. Hoy, sin embargo, muchas personas no tienen ni idea qué hacer sin una calculadora.
Todo lo que el hombre recibe en bandeja y "masticado" adormece del desarrollo de su intelecto y sus talentos.
El Talmud es la antítesis viva de todo esto, pues no únicamente carece de índice, tablas o fórmulas: ¡tampoco tiene vocales ni signos de puntuación!
Cada nueva página del Talmud que uno estudia es un desafío nuevo y que nos empuja a "reinventar" el modo en el que solemos pensar las cosas.
Estamos ante una de las más increíbles bondades de Dios con el pueblo el judío, ya que esta maravillosa dinámica nos permite desarrollar una mente independiente y poderosamente creativa.
Si uno sabe aprovecharlo, este talento puede ir más allá del ámbito del estudio y ser sorprendentemente útil en la vida, en los negocios o en las relaciones familiares.
El estudio del Talmud desarrolla el hábito de esforzarse por entender qué quiso decir este rabino, qué le responde aquel otro, por qué mi compañero de estudio explica esta palabra en tal forma, cuál es la lógica que lo mueve a pensar diferente a mí. Podríamos definirlo como una lucha constante y sostenida por entender la mente del prójimo, colocarnos sus "anteojos" y apreciar cómo se ve el mundo desde su perspectiva. ¡Es la verdadera llave para entender la mente y el corazón de quienes nos rodean!
A veces nos movemos en círculos interminables buscando soluciones que nunca llegan. La respuesta está más cerca de lo que imaginamos...