
¿POR QUÉ TRADUCIR EL TALMUD?
Comprender las palabras es el comienzo del estudio
Es de suma importancia comprender la Tora que se estudia. A diferencia de los salmos de Tehilim y el Zohar, en los que su simple lectura constituye ya una avodá, en lo que se refiere al estudio de la Tora, es imprescindible su entendimiento.
Hoy en día nos encontramos ante el desagradable fenómeno de que la gente no lee. Los medios de comunicación con sus increíbles avances tecnológicos están contribuyendo a que desaparezca poco a poco la figura del lector. Este fenómeno puede explicar el contraste tan grande que hay entre los que estudian Torá y su falta de Hashkafa correcta o su Derej Erets. Si una persona no realiza el esfuerzo de "sacar el agua del pozo", de entender las palabras de Tora desde un texto, entonces la Tora no penetra en él, no le puede cambiar.
La lectura de un texto inteligible es imprescindible para nuestra formación y desarrollo. Es por ello que hoy en día, el estudio del Talmud desde un texto inteligible, aunque sea en español, es de vital importancia.
Ciertamente su texto original en hebreo y arameo encierra enseñanzas de alcance infinito. No obstante, para tener acceso a todas esas enseñanzas es imprescindible traspasar la barrera lingüística que separa al lector del idioma del Talmud. Por ello, nos hemos esforzado en transmitir en español sencillo el sentido más llano posible de las palabras del Talmud.
Por otro lado, para conseguir tener disfrute de la Torá estudiada, es imprescindible desarrollar un esfuerzo. Según el grado de esfuerzo, así el grado de disfrute. Si bien este principio es obvio, es tremendamente difícil de aplicar en nuestros días, precisamente con respecto al estudio del Talmud. Además, la capacidad de esfuerzo que existe hoy en día es mínima. Por ello es imprescindible que el Talmud esté redactado en el más pulcro español. Es crítico que la lectura sea sencilla y fluida. No podemos fallar. Ese poco esfuerzo que queda en nuestros jóvenes tiene que tener resultados inmediatos. La persona tiene que ser capaz de entender sin realizar demasiado esfuerzo. Si no, corremos el riesgo que cierren definitivamente los libros y se queden en ese estado de pasividad, escuchando, como el que escucha música.
Además, siendo que en nuestros días el umbral del esfuerzo está tan bajo y las distracciones son tantas, el Maguid Shiur tiende a dictar su shiur lo más claro posible, lo más rápido posible y lo más atractivo posible. Todo ello redunda en una actitud aún más pasiva por parte del estudiante. Por fin, al no haber prácticamente esfuerzo, el estudiante no disfruta, la Torá no le “alimenta”.
El Talmud está escrito en arameo y en hebreo, sin puntuación alguna, sin signos de interrogación o de exclamación, sin puntos o comas. Sin el TaShema o cualquier otro medio explicativo, es prácticamente imposible entender lo que dice el Talmud. Pero el trabajo de estudiar no acaba con la comprensión de las palabras escritas. Es necesario analizar el texto, recomponer la estructura de la suguiá, entender el porqué de una pregunta, entender las respuestas y las implicaciones de ellas, identificar a quién o a qué se refieren la refutaciones, qué nos enseña Rashi, y los Tosafot, en qué discuten, si es que discuten... En fin, hay que adentrarse en todo este análisis y mucho más ya que la Torá es infinita y todo está en ella.
Por todo ello, hoy sabemos que todas estas Guemarot explicadas no son más que un potentísimo instrumento de ayuda al estudio, ya que el verdadero estudio de la Torá empieza cuando se comprende el significado de las palabras. No se trata de ningún detrimento al estudio, como se pensaba en el pasado. Es tanto lo que hay que estudiar después de haber traducido la Guemará que es ridículo rechazar esta increíble ayuda que D. Bendito nos está ofreciendo en estos tiempos previos al Mashiaj.
Y no sólo es una ayuda para los principiantes en el estudio del Talmud, sino también lo es para muchos Talmide Jajamim. El Tashema ha sido realizado por un enorme equipo de Talmide Jajamim que han invertido cientos y miles de horas de estudio y discusión para poner por escrito el sentido más llano, el Pshat más Pashut de la Guemará. Muchas veces nos tropezamos con Suguiot que no son tan conocidas y antes de abordar el estudio de dicha Suguiá conviene asegurarse del Pshat verdadero y claro. El Tashema ayuda, y mucho.
Es cierto que en el pasado muchos Talmide Jajamim criticaron el estudio del Talmud en este tipo de Guemarot explicadas. Quizás el rechazo procedía del celo de no tergiversar las enseñanzas de nuestros Padres. En cierto modo, este rechazo estuvo justificado en su día, ya que salieron a la luz explicaciones del Talmud que no eran fieles al Daat Torá aceptado por la tradición. Sin embargo, entendimos en su día que el rechazo provenía también del miedo a reducir la Amelut BaTorá. Hoy en día sabemos que dicho rechazo estaba injustificado. A la luz de los comentarios de los Guedolim de nuestros días, queda claro que, no solamente no hay nada de malo en estudiar con estas Guemarot explicadas, sino que además es una muy buena forma de empezar a estudiar la Suguiá para tener bien claro su Pshat y empezar a profundizar en su estudio con las bases bien asentadas.
Por otro lado, en muchos lugares, el estudio o Shiur de Guemará ha quedado relegado a una mera traducción de las palabras. Cualquier intento de análisis del texto, por más sencillo que sea, convierte ya al shiur en un shiur de Iyun. Si a esto le sumamos la poca o pasiva intervención del oyente, la frustración está servida: el shiur es de bajísimo nivel y el estudiante no disfruta.
Tenemos que solucionar ambos problemas: la mediocridad del shiur y el disfrute del estudiante. Es nuestra obligación pues, procurar solucionar estos dos grandes escollos en el estudio de la Guemará para las generaciones que vienen.
Palabras en negrita o no
Las palabras que aparecen en negrita corresponden a la traducción literal de las palabras de la Gemara. Un ejercicio interesante, a modo de repaso, es leer solo las palabras en negrita. Si logramos entender así, sin necesidad de leer el resto del texto, entonces estamos más cerca del entendimiento de la Guemará y de poder leer directamente del formato Vilna.
Las palabras que aparecen con trazo normal, no negrita, son las palabras puente que sirven para el entendimiento del español clásico y transmiten las enseñanzas de Rashi para la comprensión del Pshat de la Suguiá. Muchas de estas palabras que aparecen con trazo normal, no en negrita, incluyen enseñanzas de otros Rishonim que son imprescindibles para el Pshat. Es interesante estudiar estas palabras también. ¡Cada palabra en el Tashema ha sido sopesada por más de 20 Talmide Jajamim!
Párrafos con títulos
En toda la obra hemos prestado atención en separar ópticamente los párrafos para que el estudiante pueda reconstruir más fácilmente la Suguiá.
Los títulos de estos párrafos no solamente constituyen la introducción a una pregunta o una respuesta, sino que además actúan de resumen de lo anterior o de “GPS” de la suguiá para indicarnos en qué parte de ella nos encontramos.
Sin notas
Una de las premisas más importantes que teníamos que mantener en la obra Tashema era la de no desviarse de ser un libro de estudio, no un libro de consulta. Para consultar Rishonim y Ajaronim hay muchos libros en el mercado. Sin embargo hay pocos libros que nos sirven de herramienta para estudiar. Por ello, sacrificamos nuestro placer de transmitir conocimientos en aras de enseñar al alumno a estudiar.
Por ello resultaba imprescindible eliminar las notas aclaratorias a pie de página. Sólo quedan como notas las referencias de las citas o las mínimas aclaraciones necesarias para comprender el Pshat.
Otra de las razones para eliminar las notas fue la de no dar a entender al alumno que son esos y no más los conocimientos que tiene que conocer. En realidad la Tora es infinita, los comentarios y Yediot son innumerables. Preferimos usar el espacio en la hoja impresa para aportar la traducción/explicación de Rashi y de los Tosafot.
Rashi y Tosafot traducidos y explicados
Hoy en día no es posible estudiar Guemará sin los comentarios de Rashi y Tosafot. Por ello era imprescindible aportar todos los “Rashi” y algunos de los Tosafot. El estudiante tiene que ser capaz de recomponer su Guemará utilizando los dos comentarios clásicos por excelencia.
Si bien el esfuerzo de “traducir” los comentarios de Rashi resultó ser una obra mucho más ardua que la escritura del cuerpo de la Guemará, valió mucho la pena ya que gracias a ello muchas personas adquirieron la maestría de poder ser autónomos con el estudio de Rashi en su lengua y escritura originales.